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Pereza, ociosidad y procrastinación

Si bien pueden parecer sinónimos, la pereza, la ociosidad y la procrastinación no lo son. En muchos casos pueden tener los tres un significado peyorativo. A continuación, sin embargo, presentamos la definición de pereza, ociosidad y procrastinación: ideas y ejemplos.

Pereza Ociosidad Procrastinación
Definición No realizar aquello que es necesario, mejor, debido y urgente. Utilizar nuestro tiempo libre en tareas que más o menos satisfacen y que no tienen obligación Dilatar las tareas por su dificultad, urgencia, molestia o desafío en lugar de otras, para efectuarlas más tarde con costos más elevados (plan ineficaz).
Ejemplos Un niño que no realiza la tarea de la escuela. Leer un libro o hablar con amigos. Dilatar el pago de un viaje por la molestia de la organización, para realizarlo luego intempestivamente y con un costo mayor.

Definición de pereza

La pereza es el concepto tal vez más moral y religioso de los expresados aquí, por ello quizás tenga una carga negativa. La pereza es cuando no hacemos una actividad por suponerla fatigosa, laboriosa, molesta o que simplemente escapa a nuestras fuerzas (por el momento); pero sin embargo tiene cierta necesidad y perentoriedad. Dicho más claro: somos perezosos cuando rehuimos de tareas más o menos urgentes (puede haber un matiz si la hacemos superficialmente o con pocas ganas). 

Lo dicho de algún modo explica porque desde la moral sea algo negativo y por qué la religión cristiana lo consideró un pecado capital: la pereza puede hacer caer el edificio del Señor, no solo desde el punto de vista del trabajo, sino sobre todo de la pereza con la piedad.

La pereza es no hacer lo correcto, lo esperado o lo mejor, porque así nos ahorramos de un esfuerzo. Un sinónimo de pereza puede ser la indolencia, que deriva del latín indolentia, lo que curiosamente quiere decir sin preocupaciones y sin dolor.

Ejemplo de pereza

Un buen ejemplo de pereza es el niño no haciendo la tarea porque insume demasiado esfuerzo. Sabemos que la tarea es lo mejor, lo necesario, lo urgente o lo debido; pero no se lo hace. Al perezoso le cuesta realizar lo debido y quizás en ese devenir el proceso de culpa no sea tan grande como el del procrastinador.

Definición de ociosidad

El ocio quizás sea el concepto más positivo de todos, aunque su vinculación con la pereza lo ha manchado un poco. No es malo ser ocioso, ya que la ociosidad no es no hacer nada, sino aprovechar el tiempo libre para realizar algo que nos gratifica: leer un libro, ver a un amigo o simplemente mirar televisión.

A veces se cae en la confusión en vislumbrar la diferencia entre la ociosidad y la pereza en hacer algo o no hacer nada. No, ya que hacer nada puede ser también ociosidad. La diferencia radica en que el perezoso debe hacer algo y no lo realiza; en cambio, el ocioso no debe hacer nada, siendo su decisión otorgarle o no productividad a su tiempo libre. 

Y lo mismo se puede decir del procrastinador respecto al ocioso: el último usa el tiempo libre como le plazca (incluso trabajar puede ser ocio para algunos: tareas domésticas); el primero dilata demasiado lo que debe hacer y lo termina realizando fuera de un tiempo, cuando los costos son mayores.

Ejemplo de ociosidad

Buenos ejemplos de ociosidad son leer un libro, pasar horas viendo televisión, divertirse en charlas, salir a tomar algo, entre mucho más. Lo repetimos: el ocio es lo que hacemos con nuestro tiempo libre, lejos de los deberes.

Definición de procrastinación

La procrastinación es una palabra nueva o que ha ido adquiriendo fama en los últimos tiempos. De todos modos es un concepto, derivado del cras latín que quiere decir mañana. Procrastinar es posponer una tarea en beneficio de otras que se suponen más accesibles, fáciles, agradables o por lo menos no tan importantes o urgentes.

Y aquí encontramos una clara diferencia con la pereza: el perezoso por lo general no hace nada o hace algo de nula importancia ante lo que es necesario hacer; el procrastinador lleva adelante una dilación, pospone para luego algo importante y sin embargo realiza una actividad más sencilla, accesible, divertida o apetecible en un sentido lato.

Quizás otra diferencia es que quien procrastina no tiene la conciencia tranquila: sufre tristeza, estrés y angustia. Es que dicha persona no lleva adelante un plan estratégico y beneficioso de sus planes, sino deficiente e ineficaz, muchas veces sabiéndolo.

El perezoso no quiere realizar la tarea y quizás nunca la haga; el ocioso disfruta de su tiempo libre;  el procrastinador quiere y posiblemente termine haciéndola la tarea, pero a un alto costo, perdiendo oportunidades y siendo ineficaz.

Ejemplo de procrastinación

Un buen ejemplo de procrastinación es tardar en la paga de impuestos porque se quiere abonar todos juntos, haciendo que esto conlleve un aumento por la demora justamente en el pago. Otro buen ejemplo es anhelar realizar un viaje, pero por considerar aburrida la tarea de la organización lo termina llevando adelante en una época donde el mismo es más costoso.

Básicamente cualquier ejemplo en donde se dilata un accionar por su complejidad o escaso atractivo (sea importante o no, aunque lo primero deja más en claro esta forma de actuar), pero que se realiza de todas maneras intempestivamente o fuera del tiempo correcto, es un ejemplo de procrastinar. Sé que debo sacar el carnet de conducir, pero el desafío o molestia que genera aprender hace que lo haga en una edad en la que ya debería ser un experto en el manejo.