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Texto literario y no literario

Un texto literario es una obra de arte (en un sentido lato), con fuertes componentes retóricos y que da cuenta de un punto de vista eminentemente subjetivo. En cambio, los textos no literarios poseen una función referencial, muchas veces informativa y con finalidades.

Texto literario Texto no literario
Definición Es un texto con rasgos poéticos, figuras retóricas, subjetivo y sin una finalidad clara. Polisémicos y abiertos frente a la idea de audiencia. Es un texto objetivo y referencial, donde prima la idea de comunidad y finalidades específicas. Hay un control importante en el sentido y receptores o audiencias particulares.
Ejemplos Novelas, cuentos, leyendas, poesías, entre otros. Textos periodísticos, un cuerpo de leyes o expresiones científicas.

Texto literario

Un texto literario (más allá de la vastedad de su campo) poseen un tinte poético, original, subjetivo y con sus elementos retóricos variados (ornamentación del lenguaje) intenta generar diversos efectos en el lector. Se puede decir que su lenguaje es connotativo en parte.

En la literatura el aspecto objetivo y referencial puede dejarse absolutamente de lado, tomarse en parte o también totalmente. Por ese sentido en el mundo literario el concepto de verdad, de lo que es en un sentido concreto comienza a difuminarse.

Asimismo, el mismo alto nivel retórico hace que sean textos polisémicos, de significatividad lo bastante abierta ¿Cuál es la respuesta a un fragmento? ¿La moraleja de la obra? ¿El sentido de su creador? Muchas de estas cuestiones no son únicas y se complejizan, sobre todo, si el autor está muerto (eso no quita que su parecer cambie a lo largo de su biografía).

Hay un ludismo en la literatura que no se observa en otros géneros. Historias y personajes inventados, hechos inverificables; pero también alguna cuota de realismo, que en una suerte de gradación puede dar cuenta de un mundo totalmente posible hasta una ficción absoluta (pensemos en Lovecraft).

Filosóficamente podemos decir que los textos literarios son autorreferenciales. Y con ello simplemente se alude al hecho de que no hay verdades o realidades por fuera, a las que necesariamente se le rinda culto. No, pueden ser hechos absolutamente ficticios, tramas que nunca existieron y universos caracterizados por una ajenidad al nuestro absolutas.

Un texto literario muchas veces tiene una marca de época (más o menos evidente); pero sin embargo a priori puede cumplir con su función en cualquier época y lugar. Por supuesto, las interpretaciones seguirán proliferando, ya que los lectores serán muy diversos.

Acá no hay una función informativa, no se da simplemente cuenta de hechos o por lo menos no es el motivo principal. Lo que prima es lo poético y hasta lo estético, en un sentido de la belleza que genera la obra en sí misma (se rompe con una finalidad utilitaria).

Ejemplos de textos literarios

 

El campo literario es extremadamente amplio, en donde se pueden encontrar posicionamientos realistas (pensemos en cierto naturalismo del siglo XIX francés), pero también grados diversos de ficciones. Asimismo, desde otro punto de vista, pueden ser más o menos dramáticos, entretenidos, terroríficos, con enseñanzas, filosóficos, entre otras categorías.

Los textos literarios asumen distintas formas que también inciden en sus contenidos. Buenos ejemplos son las poesías sometidas a verso (un ritmo en su devenir), novelas, cuentos, dramas e incluso leyendas (asumiendo que muchas de ellas tenían un carácter realista para algunas personas). 

Texto no literario

El texto no literario tiene una funcionalidad informativa y referencial, con una finalidad específica, rasgos objetivos y el uso de un lenguaje denotativo (dejar de lado dobleces o segundas intenciones). Por tal motivo aquí la realidad y la verdad son conceptos que emergen con una fuerza ineludible: no se los puede obviar, incluso desde un punto de vista moral.

En los textos no literarios no hay autosuficiencia ni autorreferencialidad. Están destinados a un exterior, se someten a los imperativos de la comunicación muy estrictamente controlada. Un buen ejemplo de ello son los textos periodísticos, a pesar que en ciertos formatos, como las editoriales, el medio de comunicación puede desarrollar su punto de vista.

Aquí el público específico importa. De algún modo, si quitamos los imperativos de mercado, un texto literario se basta a sí mismo y por otro lado, sin ser contradictorio, se somete a la enorme batería de significados que puedan darle los lectores.

En cambio, un texto no literario está eyectado hacia los otros, depende en gran medida de esos otros y también le es indispensable cuidar lo que se dice, no apelar a segundas intenciones ni a grandes metáforas. Su lenguaje, en gran medida, es denotativo.

Lo poético se deja de lado y cuenta la realidad, que se entiende por la dureza de lo que es. Si en un suceso hubo dos muertos el hecho es ese. El arte poética es un aditamento innecesario, que no colabora en una funcionalidad referencial e informativa donde se deben cuidar al máximo los aspectos de trasmisión.

En el texto no literario se desarrolla en gran medida una policía en la relación emisor y receptor. Con esto queremos decir que se intenta influir o cerrar al máximo el cerco interpretativo de quien recibe el mensaje (más allá que eso muchísimas veces es imposible).

Ejemplos de textos no literarios

Los textos no literarios son enormemente variados. Su funcionalidad siempre está presente: puede ser informar, educar, dar a conocer, reglamentar, entre otras. Pensamos en la gran diversidad de textos periodísticos, textos de naturaleza científica, educativos; pero también imperativos como reglas, normas y leyes.

Naturalmente, todo esto también estará determinado por la audiencia a la que se dirige. Si en un texto literario esto no importaba (de todas modos se crean audiencias o el mercado ayuda a ello), aquí sí porque hasta el vocabulario cambiará. Un texto periodístico se dirige a toda la población, con un lenguaje lo bastante sencillo para que los hechos se entiendan; un texto científico se acota a una porción particular de personas, usando un vocabulario técnico porque la idea es una divulgación exclusiva, sesgada o para especialistas.