Tanto la cohesión como la adhesión son propiedades que se observan en las moléculas en diversos fenómenos, objetos y sustancias. Naturalmente el agua es un perfecto ejemplo para poder estudiarlas, por tal motivo presentamos a continuación información sobre la cohesión y adhesión en el agua.
Cohesión | Adhesión | |
Definición | Tendencia de las moléculas de agua a pegarse unas a otras. | Se conjugan dos superficies de sustancias iguales o diferentes cuando entran en contacto. |
Ejemplo | Un insecto puede permanecer sobre la superficie del agua gracias a la tensión. | Drenaje de los lagrimales en los ojos o envío de agua hacia las copas de los árboles. |
Las propiedades de cohesión y de adhesión se pueden observar en múltiples fenómenos. En principio, la cohesión es la atracción entre moléculas que mantiene unidas las partículas de una sustancia, es decir, hay una fuerza atractiva entre partículas adyacentes dentro de un mismo cuerpo. En cambio, la adhesión es la propiedad de la materia por la cual se conjugan o unen dos superficies de sustancias iguales o diferentes cuando entran en contacto, manteniéndose juntas por fuerzas intermoleculares.
Por lo tanto, una diferencia clara entre cohesión y adhesión es que sus uniones son de diversa naturaleza: la primera dentro de un mismo cuerpo; la segunda entre la superficie de dos distintos. Sin embargo, estos fenómenos pueden estar lo bastante enlazados a la hora de estudiarlos.
Cohesión en el agua
Hablamos de cohesión en el agua porque sus moléculas tienen esa tendencia, es decir, a pegarse unas con otras. Entonces la cohesión se refiere a la atracción que tienen las moléculas por otras de su mismo tipo. En este caso, las moléculas de agua exhiben esa propiedad al tener la capacidad de formar puentes de hidrógeno entre ellas.
Y esto mismo genera el fenómeno de tensión superficial ¿De qué se trata? Resulta de la tendencia de la superficie de un líquido a resistirse a la ruptura cuando se la somete a un estrés o tensión. Las moléculas de agua en la superficie, en una interfase entre agua y aire, forman puentes de hidrógeno con sus vecinas, al igual que aquellas que se hallan en el interior del líquido (pensemos en cualquier recipiente, como un vaso). Sin embargo, como en un lado está expuesto al aire, habrá menos moléculas de agua con la cual unirse y los enlaces entre ellas serán más fuertes.
Entonces, la tensión superficial, producto de lo cohesivo del agua, hace que en la misma se formen pequeñas gotas esféricas y hasta le permite soportar pequeños objetos si se colocan con cuidado sobre la superficie acuosa. Buenos ejemplos son un alfiler, un papel o hasta ciertos insectos que se depositan por sí mismos.
Ejemplo de cohesión en el agua
La cohesión en el agua se puede vislumbrar con multitud de experimentos sencillos. Un buen ejemplo es cuando se rellena al máximo un vaso o cualquier recipiente con el líquido mencionado. Si se llega al límite y se añaden con sumo cuidado algunas gotas más, se verá que antes que todo se desborde, se forma una pequeña joroba o cúpula, que es producto de la misma cohesión. La misma es frágil, pero puede sostenerse si no se rompe excesivamente con ese equilibrio precario.
Adhesión en el agua
La adhesión es la atracción de moléculas de un tipo por moléculas de otro y esto puede ser bastante fuerte en el agua, especialmente cuando las otras moléculas tienen carga positiva o negativa. Entonces podemos decir así como el agua tiene tendencia a pegarse a sí misma, lo cual demuestra su cohesividad; también lo hace con otros tipos de moléculas.
Es importante recalcar que el agua presenta sus propios rasgos adhesivos. Es decir, es un fenómeno en que participan muchos factores como la temperatura del adhesivo, la compatibilidad de la sustancia y quien funge de adhesivo, los tratamientos de la misma superficie, etc. Un buen ejemplo para observar de adhesión son las mismas gotas de agua que se adhieren al vidrio, por ejemplo un día de lluvia; pero también el movimiento del agua hacia las copas de los árboles como claro fenómeno natural.
Ejemplo de adhesión del agua
La adhesión permite que el agua suba a través de delgados tubos de vidrio, denominados capilares, colocados en el interior de recipientes. Este movimiento ascendente contra la gravedad es conocido como capilaridad y depende básicamente de la atracción entre las moléculas de agua y las paredes del vidrio del tubo desde el punto de vista adhesivo. Ya que, como se anunció más arriba, también se presenta la cohesión en las interacciones de las moléculas de agua entre sí.
Entonces ciertas moléculas de agua son atraídas con mayor fuerza al vidrio, por su importante polaridad. Por lo tanto, este simple experimento da una imagen visual clara del fenómeno: el agua siempre tendrá su punto más alto donde hace contacto con el vidrio del tubo y siempre el más bajo en el centro, donde justamente está alejado del mismo vidrio. Y eso se puede comprobar en cualquier recipiente, no importando su ancho (aunque es cierto que si se juega con los capilares el fenómeno es más evidente). Esa curvatura, más pronunciada o no, formada por un líquido en un tubo se llama menisco.