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Diferenciando Autismo de Asperger: comparación de estos trastornos

El autismo y el síndrome de Asperger han sido históricamente considerados como dos trastornos del desarrollo distintos, pero estrechamente relacionados. Ambos forman parte del espectro autista, un conjunto de condiciones neurobiológicas que afectan la comunicación, las interacciones sociales y el comportamiento. Sin embargo, a pesar de sus similitudes, existen diferencias clave en términos de síntomas, diagnóstico y necesidades de apoyo que hacen que sea importante entenderlos de manera clara y precisa.

Con la actualización del DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) en 2013, el síndrome de Asperger dejó de ser un diagnóstico independiente y se integró dentro del trastorno del espectro autista (TEA), lo que ha generado debates y confusión sobre las distinciones entre ambos. Mientras que las personas con autismo y Asperger comparten dificultades en la interacción social y patrones repetitivos de comportamiento, las diferencias en su desarrollo cognitivo, habilidades lingüísticas y la gravedad de los síntomas ofrecen una visión más matizada de estos trastornos.

Este artículo tiene como objetivo explorar y comparar las principales características del autismo y el síndrome de Asperger, ayudando a desentrañar las complejidades de estas condiciones dentro del espectro autista. Al entender sus diferencias y similitudes, podemos mejorar la comprensión, la intervención y el apoyo a las personas que viven con estas condiciones.

Diferenciando Autismo de Asperger: comparación de estos trastornos

El autismo y el síndrome de Asperger son ambos trastornos del espectro autista (TEA), pero presentan algunas diferencias en cuanto a la naturaleza y la gravedad de los síntomas. A continuación, te detallo las principales diferencias:

1. Diagnóstico y Terminología

Autismo:

Se refiere a un conjunto de trastornos del neurodesarrollo que afectan la comunicación, la interacción social y el comportamiento. El término «autismo» solía ser usado para referirse a una variedad de condiciones dentro del espectro, incluyendo el síndrome de Asperger. Sin embargo, en la última versión del DSM (DSM-5, publicado en 2013), el síndrome de Asperger ya no es considerado un diagnóstico separado, sino que se integra dentro del espectro autista, bajo el diagnóstico general de «trastorno del espectro autista» (TEA).

Síndrome de Asperger:

Anteriormente considerado un diagnóstico distinto, el síndrome de Asperger se caracterizaba por síntomas similares al autismo, pero con menos dificultades en el lenguaje y un desarrollo cognitivo dentro de los rangos típicos o incluso superior al promedio. Hoy, se clasifica dentro del espectro autista como un subtipo leve, pero ya no se usa como diagnóstico independiente.

2. Desarrollo del Lenguaje

Autismo:

En los casos más graves de autismo, pueden existir retrasos en el desarrollo del lenguaje. Los niños con autismo pueden tener dificultades para aprender a hablar y desarrollar habilidades de comunicación. En algunos casos, pueden no hablar en absoluto.

Síndrome de Asperger:

Las personas con Asperger generalmente no tienen retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje. De hecho, suelen tener un desarrollo lingüístico normal o avanzado en términos de vocabulario y gramática. Sin embargo, pueden tener dificultades para usar el lenguaje de manera social (por ejemplo, entendiendo modismos o el tono adecuado en diferentes contextos).

3. Habilidades Cognitivas

Autismo:

Las personas con autismo pueden tener una gama más amplia de capacidades cognitivas, desde discapacidades intelectuales significativas hasta un desarrollo intelectual dentro del rango normal o incluso superior. Los trastornos del espectro autista pueden acompañarse de dificultades en áreas como la resolución de problemas y el pensamiento abstracto, aunque esto varía según la persona.

Síndrome de Asperger:

Las personas con Asperger tienden a tener un coeficiente intelectual (CI) dentro del rango normal o incluso superior, lo que significa que no tienen discapacidades intelectuales significativas. Sin embargo, pueden presentar dificultades en el ámbito social y en la interpretación de las normas sociales.

4. Interacciones Sociales

Autismo:

Las dificultades en la interacción social son un síntoma común en el autismo, pero pueden variar en intensidad. Algunas personas con autismo tienen dificultades severas para comprender las señales sociales, establecer contacto visual o mantener una conversación fluida.

Síndrome de Asperger:

Las personas con Asperger también tienen dificultades en la interacción social, pero estas dificultades suelen ser más sutiles. Suelen tener dificultades para entender las normas sociales, interpretar las emociones de los demás o mantener conversaciones de forma recíproca, pero pueden desear interactuar socialmente. A menudo, las personas con Asperger pueden parecer «inapropiadas» en situaciones sociales sin tener una intención maliciosa.

5. Intereses Restrictivos y Comportamientos Repetitivos

Autismo:

Es común que las personas con autismo tengan intereses restringidos y se involucren en comportamientos repetitivos. Estos intereses pueden ser intensos y muy específicos. Las personas pueden mostrar conductas como balanceo corporal, insistencia en rutinas o actividades repetitivas.

Síndrome de Asperger:

También se observa una tendencia a desarrollar intereses muy intensos en áreas específicas, como ciencia, tecnología o historia, pero generalmente estas pasiones no son tan limitantes como en otros tipos de autismo. Las personas con Asperger pueden ser muy detallistas en sus intereses, y pueden tener habilidades excepcionales en áreas particulares, aunque las conductas repetitivas son menos prominentes que en otros casos de autismo.

6. Grado de Independencia

Autismo:

Las personas con autismo pueden requerir diferentes niveles de apoyo, dependiendo de la severidad de los síntomas. En los casos más graves, es posible que necesiten apoyo constante para actividades diarias y para la integración social.

Síndrome de Asperger:

Las personas con Asperger generalmente pueden llevar una vida más independiente y tienen menos probabilidades de necesitar apoyo en actividades cotidianas. Sin embargo, pueden enfrentar dificultades en el empleo y en las relaciones sociales debido a la falta de habilidades sociales adecuadas.

7. Comportamientos No Verbales

Autismo:

Las personas con autismo a menudo tienen dificultades con los comportamientos no verbales, como la lectura de expresiones faciales, el contacto visual y el lenguaje corporal, lo que puede dificultar la comunicación efectiva.

Síndrome de Asperger:

Aunque también pueden presentar dificultades en el lenguaje no verbal, las personas con Asperger generalmente tienen un mayor nivel de conciencia y control sobre estos aspectos, aunque aún pueden resultar inadecuados en ciertos contextos.

Resumen: Diferencias entre Autismo y Asperger

Autismo:

Un espectro más amplio que incluye una gama de severidad de los síntomas, desde discapacidades intelectuales significativas hasta una inteligencia normal o superior. Las dificultades en el lenguaje, la comunicación social y los comportamientos repetitivos varían según la persona.

Síndrome de Asperger:

Un subtipo dentro del espectro autista, caracterizado por un desarrollo del lenguaje dentro de los parámetros normales, sin discapacidad intelectual, pero con dificultades significativas en las interacciones sociales y patrones de intereses restringidos.

Hoy en día, el diagnóstico de autismo engloba el síndrome de Asperger y otras condiciones relacionadas bajo la misma categoría de «trastorno del espectro autista», y las distinciones entre los subtipos se manejan con una mayor atención a los grados de apoyo necesario.