¿Conoce la diferencia entre solidaridad y caridad? En este artículo, exploraremos qué significa cada término y cómo son relevantes hoy en día. La creciente brecha entre ricos y pobres en la sociedad moderna significa que una parte significativa de la población tiene que sobrevivir con recursos muy limitados. Día tras día, vemos imágenes en los medios de comunicación de las cosas terribles que les están sucediendo a nuestros semejantes en todo el mundo. En este contexto, conceptos como caridad y solidaridad cobran especial relevancia.
¿Hasta qué punto eres responsable de la vida y el destino de otras personas? Vivimos en un mundo donde la solidaridad es cada vez más importante. Poco a poco, la gente va tomando conciencia de lo que sucede en el mundo que les rodea. Por eso queremos dedicar el artículo de hoy a la solidaridad, la caridad y la justicia social.
Solidaridad |
Caridad |
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| Definición | La solidaridad es la respuesta humana a las contradicciones de la actualidad. Esta abarca todo, desde la ayuda temporal hasta un esfuerzo diario y constante para aliviar el sufrimiento humano y luchar por la justicia. | El concepto de caridad está vinculado a la idea de limosna. No tiene nada que ver con la justicia o la igualdad, ni empodera a quienes los reciben. En cambio, la persona que ayuda es la que se siente satisfecha. |
| Se caracteriza por | – Darlo todo sin esperar nada a cambio – Comprometer hasta nuestra vida por los demás – Ayudar desinteresadamente al resto y a uno mismo |
– Dar todo aquello que nos sobra – Dar todo aquello que ya no utilizamos o nos nos sirve – Ayudar por sentir la obligación de hacerlo y no por que nazca del interior |
| Ejemplos | Enseñarle a un hombre en situación de calle a pescar para que pueda conseguir su propio alimento | Darle un pescado a un hombre en situación de calle para que pueda saciar su hambre temporalmente |
El sistema de acción social que tenemos hoy ha evolucionado mucho a lo largo de los años, cambiando de un modelo a otro. Estos son:
- Caridad
- Servicios sociales
- Bienestar
- Ayuda social
- Seguridad Social
Al principio, el estado no era responsable de la protección de sus ciudadanos. Cualquier tipo de asistencia social para los necesitados se proporcionó a través de la caridad. Con el tiempo, la idea ha evolucionado de forma bastante radical. Hoy, el estado es responsable de brindar servicios sociales para garantizar el bienestar de sus ciudadanos.
En el pasado, la caridad consistía en dar cambio o comida, cuidar a los huérfanos y ayudar a las personas en los hospitales, entre otras cosas. Los ciudadanos y las organizaciones benéficas organizaron este tipo de servicios. La gente creía que la pobreza era legítima (por enfermedad o pérdida de los padres) o ilegítima (por vicios o pereza).
“La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba. La solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”. -Eduardo Galeano
Caridad vs Solidaridad y justicia social
El concepto de caridad está vinculado a la idea de limosna. No tiene nada que ver con la justicia o la igualdad, ni empodera a quienes los reciben. En cambio, la persona que ayuda es la que se siente satisfecha. Sin embargo, es importante recordar que los gobiernos son, en última instancia, responsables de proteger a sus ciudadanos.
Por otro lado, aunque la solidaridad se asocia a menudo con la filantropía, la caridad, el altruismo y la fraternidad entre seres humanos, es bastante diferente a la definición anterior. La solidaridad es la respuesta humana a las contradicciones de la actualidad. Esta abarca todo, desde la ayuda temporal hasta un esfuerzo diario y constante para aliviar el sufrimiento humano y luchar por la justicia.
Por último, pero no menos importante, el término justicia social proviene del sentido de desigualdad que existe en el mundo y la necesidad de construir una sociedad mejor. Hoy dicho concepto es complejo y dinámico. Para la ONU, la justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre países. La lucha por la justicia social universal representa el corazón de la misión de la ONU de promover el desarrollo y la dignidad humana.
El mundo está en un estado de cambio continuo. En consecuencia, es fundamental adoptar posiciones que promuevan la igualdad y la justicia. No para solucionar temporalmente una situación difícil, sino para proporcionar a las personas las herramientas y los recursos que necesitan para mejorar sus vidas.
En conclusión, la justicia social debe ser un proyecto dinámico que nunca completamos o terminamos realmente. Debemos esforzarnos constantemente por construir un mundo mejor para todos.