Sistema Nervioso Simpático: encargado de regular las respuestas corporales de activación. Sistema Nervioso Parasimpático: responsable de volver al estado de equilibrio y conservación después de la activación del sistema simpático.
En este post te acercamos información sobre los Sistemas nervioso simpático y parasimpático, la cuál podrás compartir tanto en las redes como con allegados.
Sistema nervioso simpático y parasimpático
Los nervios simpáticos estimulan, organizan y movilizan los recursos energéticos ante situaciones de emergencia; mientras que los nervios parasimpáticos actúan conservando la energía.
Los sistemas nerviosos simpático y parasimpático favorecen la interacción del organismo con el mundo a través de las neuronas.
El sistema nervioso en su totalidad es una red compleja de estructuras y procesos cuya principal misión es controlar y regular el funcionamiento de nuestros órganos y sistemas, y coordinar sus respectivas relaciones. Asimismo, es el encargado de mediar las relaciones del organismo con el medio externo, procesando las señales eléctricas y químicas que recibe de los órganos de los sentidos.
Sistema nervioso simpático
El sistema nervioso simpático es clave para preparar al cuerpo durante situaciones de emergencia. En otras palabras, prepararnos para las respuestas de “lucha o huida”. Si alguna vez te has sentido con miedo o ansiedad, bajo ataque o en peligro, simplemente has experimentado la activación de tu tono simpático. Con el objetivo de prepararte para una respuesta de “lucha o huída” ante una emergencia, el sistema nervioso simpático funciona activando diversas y complejas vías donde es evidente el aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, presión sanguínea, dilatación de las pupilas, cambios en el flujo sanguíneo para que la sangre salga de la piel, estómago e intestinos para dirigirse hacia el cerebro, el corazón y los diferentes músculos que sean necesarios para llevar a cabo esta respuesta ante la actividad simpática. Asimismo, un incremento en la sudoración y la evidente ”piel de gallina” que te pone los pelos de punta.
Sistema nervioso Parasimpático
El sistema nervioso parasimpático es una división del sistema nervioso autónomo que controla la actividad de los músculos liso, cardíaco y las glándulas. Juntos con el sistema simpático, componen el sistema nervioso autónomo . La división parasimpática consta de nervios parasimpáticos que se originan del encéfalo y de los segmentos sacros de la médula espinal. Por esto, es también denominada división craneosacra del SNA.
En términos generales, los sistemas parasimpático y simpático constan de fibras preganglionares y posganglionares. Las fibras preganglionares son los axones de las neuronas cuyos somas se ubican en el encéfalo y en la médula espinal sacra.
Estas fibras hacen sinapsis con los ganglios parasimpáticos a lo largo del cuerpo, las cuales emiten fibras parasimpáticas posganglionares. Las fibras parasimpáticas alcanzan sus órganos diana siguiendo la trayectoria de algunos nervios del cuerpo. Las fibras de la médula espinal sacra viajan con los ramos del plexo sacro, mientras que aquellas provenientes del encéfalo se unen a los nervios craneales (oculomotor, facial, glosofaríngeo y vago).
Las funciones del SNPS son comúnmente descritas como la respuesta “descansa y digiere”, debido a que está involucrada en ralentizar el ritmo cardíaco, relajar los esfínteres en los tractos gastrointestinal y urinario y aumentar la actividad glandular e intestinal. El resultado final es el almacenamiento de energía y la regulación de las funciones del cuerpo, tales como la digestión y la micción. Es contrario al sistema nervioso simpático (SNS), cuya función es descrita como la respuesta de “lucha o huida” que ocurre en situaciones de estrés y tiene funciones opuestas principalmente. El SNPS usa acetilcolina como principal neurotransmisor, que actúa sobre los receptores muscarínicos y nicotínicos.