Si bien en muchas ocasiones, sobre todo en el lenguaje usual, estrategia y táctica se utilizan como sinónimos, lo cierto es que son bien diferentes. La estrategia es la definición, organización, planificación de un cúmulo de acciones a escala casi global; la táctica, en cambio, se refiere al conjunto de acciones específicas que se implementarán para lograr un objetivo, es decir, en una escala más precisa, singular y puntillosa.
Táctica | Estrategia | |
Definición | La táctica es la realización de acciones concretas para lograr objetivos. | La estrategia es un plan que agrupa una serie de tácticas para lograr objetivos. |
Características | Tiene es un objetivo y es parte de una estrategia. | Debe ser coherente, eficiente, comprensible, realizarse en tiempo razonable y ser medida para conocer su éxito (y optimizarla si es necesario). |
Ejemplos | Nuevo sistema de comunicación en una empresa. | Como un nuevo flujo de información dentro de la empresa. |
La estrategia es el plan sistematizado, el esquema que liga las diferentes acciones; la táctica, en cambio, se refiere a la realización de acciones concretas para lograr diversos objetivos.
¿Qué es la táctica?
La táctica, tomada del lenguaje militar, es la realización de acciones concretas (sean las que sean) para lograr determinado objetivo. Es decir, hablamos de una praxis específica, con una realidad fáctica y hasta podríamos decir singular, para diferenciarlo de la estrategia.
Este nombre proviene del latín tacticus, que significa «poner en orden». Como dijimos, es un término que proviene del ámbito militar (medios de acción en el campo de batalla), pero que hace tiempo se utiliza en el mundo empresarial a grandes rasgos como la ejecución de tareas para lograr objetivos.
Características de la táctica
Con lo dicho se pueden resaltar ciertas características de la táctica. En primer lugar, siempre debe tener un objetivo, ya que de lo contrario sería una mera tarea aislada; en segundo lugar, siempre forma parte de una estrategia, entendiendo que esta se encuentra en una escala mayor, un plan sistemático o que sistematiza cada una de las acciones (verlo como una relación de todo parte no está mal).
Ejemplos de táctica
Dijimos que la táctica lleva adelante una estrategia, porque es justamente la primera la que versa en la acción particular. En este sentido, se puede pensar en una empresa que implementa un nuevo sistema de comunicación para saber las curiosidades, deseos y preocupaciones de sus clientes con el objetivo claro de aumentar la productividad y en donde la estrategia es desarrollar un nuevo flujo de información. También se puede pensar en ciertas modificaciones de un portal de información para que la llegada sea a mayores públicos, lo cual dimana justamente de una estrategia, por definición amplia, que sistematiza todas las transformaciones.
¿Qué es la estrategia?
Una estrategia es una sistematización o plan que agrupa una serie de tácticas para lograr un objetivo. Una táctica sola sería una tarea aislada, casi sin horizonte, pero se convierte en táctica cuando en conjunto con otras estás empapadas por una estrategia, que por lo tanto también define un objetivo. Recapitulando: la estrategia organiza una variedad de acciones, que son tácticas, para alcanzar una meta deseada. Cuestiones sobre los tiempos, maneras de ejecución, responsabilidad de personas, incluso recursos o posibilidades, todo es atinente al mundo de la estrategia.
Características de la estrategia
La estrategia también tiene ciertas características, para que finalmente se desarrollen las tácticas y se logren los objetivos, el horizonte de cualquier tipo de acción de esta naturaleza. Por lo tanto, la estrategia debe ser fácil de comprender, debe exhibir coherencia, eficiencia, realizarse en un tiempo razonable y hasta debe haber una medición, ya que siempre hay que examinar lo efectuado para seguir mejorando (es lo que se conoce como optimización).
Ejemplos de estrategia
Los modelos de estrategia dependen de cada asociación o empresa, pero también es cierto, a diferencia de la táctica, que existen preexistentes o arquetípicos. Ahí encontramos estrategias de integración, en donde no solo se tiene en cuenta a los proveedores sino que también a la misma competencia; estrategias de crecimiento que refieren a la expansión del negocio (medir con exactitud las posibilidades de hallar nuevos mercados, lo que puede contraer modificar la misma empresa en sus tiempos, organización, partición de departamentos de labor, abrir nuevas ramas, etc); estrategias de reducción, que justamente es el proceso inverso al mencionado; hasta estrategias de publicidad, con el objetivo de proyectar determinada imagen de la empresa, usando todo tipo de recursos y canales.