La ansiedad se caracteriza por el miedo y la angustia constante, mientras que la depresión suele ser un trastorno en el que la persona se siente deprimida y no tiene motivación ni interés para realizar tareas que antes eran satisfactorias.
Te acercamos en este post información sobre las similitudes y diferencias de los conceptos depresión y ansiedad los cuales padecen muchas personas. Podrás compartir con quien quieras toda la información.
Depresión y ansiedad
Los problemas de salud mental representan el 8 por ciento del total de pérdida de años de calidad de vida, de la misma manera que en los países con economías desarrolladas las enfermedades de tipo neuropsiquiátrico ocupan el 12 por ciento del total de enfermedades.
Diferenciar ansiedad y depresión no siempre resulta sencillo por la similitud de algunos de sus síntomas e incluso de sus causas: ante un mismo episodio, una persona puede reaccionar desarrollando ansiedad o depresión, ya que en el fondo ambas patologías son formas de adaptarse al entorno.
La ansiedad es una de las principales causas de ausentismo laboral en todo el planeta. Y al menos un tercio de la población mundial se verá afectada a lo largo de su vida, incluidos los niños y adolescentes.
A pesar de la gran cantidad de personas afectadas y de los diversos estudios sobre la ansiedad, es importante dejar claro que sigue siendo un gran desafío para los especialistas.
Los expertos dicen que es necesario mirar más de cerca y buscar ayuda profesional cuando la ansiedad se vuelve constante, afecta la calidad de vida e involucra mucho más que el factor desencadenante.
En términos más concretos, cuando se te hace difícil afrontar y realizar las tareas del día a día, cuando te estresas o te preocupas demasiado por pequeñas cosas o cuando esa sensación de ansiedad dura días y días.
Eso, además de los síntomas mencionados anteriormente, como cambios de humor, dificultad para concentrarse, sudoración y mareos.
Se habla mucho sobre el impacto que tiene la vida moderna, las redes sociales y la pandemia de covid-19 en la ansiedad generalizada, pero este fenómeno no es nuevo.
Séneca, un filósofo andaluz que solía prepararse para lo peor, ya había llamado la atención sobre el comportamiento ansioso en el Imperio Romano.
A principios del siglo XVII, el dramaturgo inglés William Shakespeare observó y escribió sobre personajes con comportamientos ansiosos y obsesivos, como Lady Macbeth y el propio Hamlet.
Tres siglos después, el psicoanalista austriaco Sigmund Freud analizó clínicamente el fenómeno de las crisis de pánico, en un momento en el que aún no existían términos científicos y diagnósticos sobre este problema de salud mental.
También hay una perspectiva evolutiva sobre este tema
La ansiedad es una reacción natural en el cuerpo humano a menudo vinculada a lo que se llama «pelear o huir» (fight or flight), que es una especie de instinto de conservación de un animal rodeado por depredadores en la naturaleza.
El organismo, a través de instrumentos como el sistema nervioso y las hormonas, percibe el peligro, centra la atención en él, promueve cambios en el cuerpo -como acelerar los latidos del corazón-, y aporta una dosis de adrenalina como reacción.
Y cuando el gatillo que desencadena esta ansiedad excesiva es de diferentes y múltiples naturalezas, como ambiental, genética, psicológica y de desarrollo.
Puede ser una situación específica y concreta, como la enfermedad de un ser querido, la pérdida de un empleo, una situación de violencia, el miedo a ser avergonzado en público.
Pero muchas veces este exceso de ansiedad también surge de algo que ni siquiera la persona sabe qué es. O la persona sabe de dónde viene y comprende que no hay razón para toda esta reacción desproporcionada, pero aun así no puede controlarla.